Hablar sin parar, sin pensar.
A los gritos, si es posible sobre los demás.
No hacer una pausa.
Una pausa humana, para ver la flor, el pájaro, el niño.
Una pausa que pisa la pelota
Y hace que las cosas y los rivales sigan de largo.
Una pausa que hace dudar a Descartes,
Que hace empezar o bien retroceder unos pasos,
Sacar moños, papel de regalo y hasta quizás sacar de la caja,
No quiero decir desencajar,
Sólo una pausa, una coma, una mirada, un vale la pena.
Una pausa que ponga a prueba la inercia.
2 comentarios:
Escribís tan lindo!!! Viste? Como que paso de moda hacer pausas, todo para ayer, todo ya, como si fuéramos nosotros los que decidimos el tiempo que creemos haber inventado... A tu regreso sale birrin en el patio? besos!
Impresionante cómo captaste el momento. Es increible lo incómoda que se pone la gente con los silencios; esa manía de querer llenarlos con palabras vacías, con acciones sin sentido aparente.
¿No extrañas ese silencio de cuando eramos chicos, que escuchabamos a toda hora, sentados en la simpleza del patio de casa?
Un beso Fran, cuidate!
Brenda
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