jueves, 17 de abril de 2008

DéjÁ Vu permanente

Y fue así como comencé a tener un estado deja vu permanente. Tal era la gravedad de la situación, que ya no había nada de lo que hacía que no me pareciera -con plena seguridad- que ya lo había hecho antes.

La situación me provocaba tanta vergüenza que empecé a recluirme cada vez más, ya no respondía a los saludos por miedo a saludar dos veces. Tomé la decisión de permanecer parado sobre el asiento del colectivo por temor a sentarme sucesivamente ante las miradas de los demás.

Luego de que el tiempo me fue arrimando la confianza, recobré poco a poco la seguridad en mí y retomé la idea de que todo había sido un mero producto de la imaginación, bueno, el deja vu o estado de paramnesia no sería algo muy distinto.

Así las cosas retomé nuevamente el hábito de saludar, de sentarme en el transporte sin desconfianza, de decir que no a los vendedores ambulantes, de comprar el diario en el escaparate de la esquina.

Esta mañana fui a buscar unos recortes y me encontré con dos diarios de ayer. Dos ejemplares idénticos! Todavía siento el escalofrío.

1 comentario:

MakkoH dijo...

No se si te interese pero a mi me sucedió algo parecido, pero el caso es que creía que estaba viviendo mis últimos minutos de vida, realmente creía que moriría viviendo un deja vu.Me gustaría que algún día hablemos del tema.