domingo, 21 de diciembre de 2008

Salón famililar

Hablar sin parar, sin pensar.
A los gritos, si es posible sobre los demás.

No hacer una pausa.
Una pausa humana, para ver la flor, el pájaro, el niño.
Una pausa que pisa la pelota
Y hace que las cosas y los rivales sigan de largo.

Una pausa que hace dudar a Descartes,
Que hace empezar o bien retroceder unos pasos,
Sacar moños, papel de regalo y hasta quizás sacar de la caja,
No quiero decir desencajar,
Sólo una pausa, una coma, una mirada, un vale la pena.

Una pausa que ponga a prueba la inercia.

Interlocutor

Cundo uno habla solo, muchas veces habla con uno,

Pero muchas veces habla con otro.

Con el otro que se busca pero se teme encontrar.

Y quizá los mejores discursos sean para con este.

También es curioso cuando se habla con uno,

Pero el orador no es uno,

Sino lo otro.


Los unos son los unos y los otros son los otros.

Es posible que en algún lugar,

En alguna visión,

Sean todos lo mismo.


viernes, 19 de diciembre de 2008

Carta prólogo a la tercera Poesía Vertical

Julio Cortázar

Amigo Juarroz:

Perdóneme que haya tardado tanto en contestarle, pero no hace mucho que volví a París, después de unos meses de trabajo en Viena. Hace tiempo que quería decirle que la revista me es muy preciosa, en la medida en que puede hacerme oír desde tan lejos las voces nuevas y jóvenes de la Argentina. Pero ahora le escribo por otra razón más imperiosa: acabo de terminar la lectura de Segunda poesía vertical, y estoy todavía maravillado, sin dar ese paso atrás que inevitablemente damos después que un poeta nos ha hecho avanzar un poco más hacia la gran verdad de su mundo, del mundo. Sus poemas me parecen de lo más alto y lo más hondo (lo uno por lo otro, claro) que se ha escrito en español en estos años. Todo el tiempo he tenido la sensación de que usted logra asomarse a lo que busca con esa visión totalmente libre de impurezas (verbales, dialécticas, históricas), que en el alba de nuestro mundo tuvieron los poetas presocráticos, esos que los profesores llaman filósofos: Parménides, Tales, Anaxágoras, Heráclito. A usted (y a ellos) le basta mirar en torno para que toda visión prosaica caiga en pedazos ante ese apoderamiento total del ser por la poesía. He leído en alta voz los poemas que más entiendo (otros se me escapan o me reclaman una interpretación, que es quizá un auto-consuelo por no poder intuirlos de una sola vez), y en cada caso se ha repetido esa sensación prodigiosa de extrañamiento, de rapto, de acceso. Siempre he amado una poesía que procede por inversión de signos; el uso de la ausencia en Mallarmé, algunas "anti-esencias" de Macedonio, los silencios en la música de Webern. Pero usted potencia hasta lo increíble esas inversiones que en otras manos suelen acabar en juegos de palabras. Y entonces, esa mirada que ve y la mirada que no ve, una vez retorcidas en un mismo hilo, son algo prodigiosamente fecundo, una invención de ser. Hacía mucho que no leía poemas que me extenuaran y me exaltaran como los suyos, y se lo digo así al galope y sin releer, porque al final uno se pone tonto y le dan miedo tantas palabras sonoras. Pero siento que usted me creerá, y que ya somos amigos, y un abrazo.

Julio Cortázar
[Carta incluida en Tercera poesía vertical, Equis, Buenos Aires, 1965.]

sábado, 13 de diciembre de 2008


Miro a mi alrededor y todo es inmensamente grande; aire frío y espacio; luz. Y lo que busco también lo es, pero sólo después.
Primero debo encontrar el pasadizo, el agujero que me permita el acceso a la belleza del caleidoscopio. Un hueco en la pared; una manguera; una arteria; el túnel hasta el domingo en bombonera. El útero hacia tus manos, un tobogán hacia la alegría de tu espalda. Un telescopio que solo muestre tus ojos; un viaje colorido hasta el acontecimiento de tu piel, de mi esperanza en tus pantalones rotos.
Miro a mi alrededor y todo es inmensamente grande.


* La foto pertence a Josef Sudek

http://www.sudek-atelier.cz/new_web/eng/pozvanka.html

lunes, 8 de diciembre de 2008

Ab Initio

Tal vez no es a vos a quien elijo,
quizás me gusta mucho el que soy
cuando soy con vos.

Tal vez ni siquiera fui yo el que eligió,
sino un yo más lejano,
un yo que se relaciona mas con las sensaciones que conmigo;
un intermediario quizás.

Pero pese a todo,
y desde un principio;
noté que me gustabas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Desafortuna

La carta que nunca llegó,
los afinados cantos en la ducha,
los gritos que se quedan atascados guturalmente;

pensamientos que mueren pensamientos,
la foto bella que el sol de frente oscureció,
una sonrisa a la nuca;

el acorde faltante tapado por la máquina de hacer ruido y además agujeros,
el amor que expiró guardado su término de vencimiento,
La sinceridad que llega tarde y se estrella contra una puerta que se cierra;

La verdad soltada a su suerte en el viento.

Sin embargo;
Mentiras que entran escondidas sin que nadie las detecte,
verbos mal entendidos se guardan sin que nadie los vuelva a investigar;

la buena suerte de la mala suerte,
lo que nadie quiso decir pero se escuchó,
el tropezón frente a la multitud.

La palabra que se ahoga sola en el aire,
como el beso marchito por el desencuentro
esperan en alguna parte el desahogo,

y el desahogo también espera, no sabemos por quién.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Outro

Eu não sou eu, nem sou o outro,
Sou qualquer coisa de intermédio:
Pilar da ponte de tédio
Que vai de mim para o outro.*



* Mario de Carneiro
(Poeta portugués, contemporáneo de Fernando Pessoa)

http://www.youtube.com/watch?v=CHwPgxTIK5E&feature=related

(versión musical por Adriana Calcanhotto)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

4/11/08

I

Revolotear como una mariposa
sobre uno y sobre lo otro,
dentro de los espacios de uno mismo,
Y sobre el abismo desconocido que empieza desde la piel hacia afuera.

Y hay algo que quiere nacer,
Que quiere abandonar al yo,
en todas sus variantes.
Romper el hermetismo en busca de un nuevo hermetismo.
Una iniciativa temeraria.
La intuición de una dolorosa caída.

II

Pero pese a todo,
tiendo un puente hacia vos.
Cruzo el amor
y me salvo del abismo.

Me salvo;
a mí, y al yo en todas sus variantes.

I

Combinaciones de tiempo y espacio en un punto,
hacen lo irrepetible.
Lo ultimo pero también lo primero.
Un punto tan pequeño,
tan distinto, tan hermético:
como una persona.
Un punto tan subjetivo,
tan limitado por el abismo como un poema.
Un punto tan infinito,
tan improbable pero posible como un mundo.

Un punto adivinando otro punto,
una mirada y unos ojos;
los míos y los que veo: los tuyos.

Fragmentos

La verdad nos hará libres; pero nunca se supo cuál era la verdad.-hay de los que piensan que siempre se supo-.
Tal vez haga falta pasarlo a negativo: no nos librará lo que no sea verdadero.

Así fue que comenzó a liberarse. Se deshizo de los disfraces, se desnudó de apariencias y se quedó sin espejos.
Regaló como San Francisco cuanto material lo sujetaba. Renunció a juzgar y a controlar lo incontrolable -prácticamento todo-. Lavó pies sucios; se bañó en agua fría.
Se sintió libre finalmente.

Si esa no era la verdad, nunca había estado tan cerca.

Sucesión de sucesos.

La letra golpea el papel
un insecto ininteligible golpea sobre la letra estampada
la luz los descubre a los dos
la visión se presenta después como un milagro ajeno sobre la luz.

Lo último que golpea es el pensamiento,
que llega y los descubre a todos.

A veces hasta se descubre él mismo;
entonces alguien apaga la luz.

Lógica de la subjetividad

1 El mundo es lo que pensamos que es,
1.1 aunque pensemos que no.

2 Hay tantos mundos posibles,
como pensamientos hay sobre la tierra.

3 Pero probablemente haya un sólo mundo:
3.1 No lo conocemos.

4 Lo probable es sólo eso: probable.

Dos de la mano (fragmentos)

Atrás habían quedado Dios y su derrota. El tiempo y su velocidad, la sociedad y su paternalismo, el pensamiento y su sombra.
Las huellas desaparecían, dejando de ser huellas.
Dos de la mano; el eco de la luna sobre el agua.
Alguien sugirió el parecido con otro Dios.

.-.

Las cosas en su forma
el color en su visión
el sonido en su fugacidad
el silencio aferrado al origen.

la nada en su inmovilidad.

La huella en su condición
el pensamiento en su insistencia
el grito en su intento
la flecha en su vuelo;

como el hombre en su amor:

¿Qué buscan? ¿Salvarse?
¿De quién?


La respuesta quizá no esté tan lejos,
pero pertenece a otro orden de cosas.

Estéril el lenguaje en ésta búsqueda
ajeno a la simultaneidad de lo pasivo.

El verbo aunque transformado sigue siendo movimiento.