jueves, 23 de abril de 2009

*-5/ = 88

Para conseguir algunos colores
se debe previamente mezclar otros;
el verde por ejemplo
es previamente azul y amarillo.

El pensamiento es algo similar,
aunque nunca se sabrá con exactitud
de que mezcla proviene.

Quizá pensar verde
no sea exactamente pensar en el verde,
quizá verde sea otra vez el resultado.
Es probable que hasta decir verde,
ni siquiera sea pensar verde.

Así cuando pensamos en el todo,
no pensamos todo.
Cuando penamos en el silencio,
mezclamos cosas que no son silencio.

Pero tal vez pensar el hombre,
sea ahora sí el resultado del hombre.

2 comentarios:

Mona lisa dijo...

me encantan las metáforas, tu poesía es una grande y continua, hermosa. Y adhiero: somos el resultado de nuestros pensamientos! besos amigo!!!

Anónimo dijo...

Tus escritos estan tomando un giro muy argentino; esas metáforas dejan ver un pensamiento profundo, una preocupación por la vida misma y el afán por intentar explicar lo que nos rodea.
Me haces a acordar a ciertos grandes que buscaban explicar, por medio de la narrativa, lo que veían.
Me pone muy contenta ver cómo estás creciendo, Fran.
Te mando un beso enorme!
Bren